Oportunidades que inspiran y eliminan barreras

Por: María José Sánchez, gerente general de AbbVie Clúster Norte

En salud, cada avance científico es una decisión humana, y por eso, cuando hablamos de empleabilidad femenina en nuestro sector estamos discutiendo más que sólo indicadores: hablamos de oportunidades reales para que más mujeres—de la ciencia al acceso, de ventas a la administración, entre otros campos—encontremos un lugar para crecer, innovar y servir a los pacientes.

En América Latina aún hay brechas que cerrar. De acuerdo con PNUD, aunque cuatro de cada diez graduados en STEM en la región son mujeres, su participación laboral sigue rezagada; y en áreas como la de tecnologías de la información, tan sólo tres de cada diez empleos son ocupados por mujeres, con ligeras variaciones por país.1

La industria farmacéutica está demostrando ser un gran motor de cambio y un sector mejor posicionado que otros para acelerar la equidad de género. Si bien el diálogo regional nos recuerda que debemos continuar recorriendo un camino en la representación en STEM —donde las mujeres ocupan cerca del 28% de los puestos en pharma a nivel regional2—, miramos esta cifra como el potencial que estamos aprovechando.

Las cifras en Colombia reflejan un impulso significativo: la presencia de mujeres en cargos directivos en la industria farmacéutica ha aumentado en un 20%, de acuerdo con datos recientes de FIFARMA. Además, en el sector salud en general, las mujeres ya representamos más del 80% del talento humano, según el Ministerio de Salud y Protección Social y el PNUD, progreso que es palpable, con muchas mujeres líderes a la cabeza de compañías de innovación en el país.

Así el sector farmacéutico está mejor posicionado que otros para acelerar el cambio, pues los ensayos clínicos y las áreas terapéuticas intensivas en conocimiento abren caminos que no dependen de “contactos” sino de capacidad, formación y ganas. En Colombia, por ejemplo, la decisión de ubicar el hub regional de AbbVie en nuestro país ha sido un imán para el talento, pues contamos con más de 250 colaboradores en la región—la mayoría en Colombia—que trabajan en inmunología, neurociencias, oncología y salud visual, con diferentes centros de investigación activados y trabajo para investigadores y equipos de soporte.

Esa es una de las razones por las que creemos que la diversidad no es un adorno reputacional sino una de nuestras ventajas competitivas, delimitadas en nuestro marco de equidad, igualdad, diversidad e inclusión: tratamos a todas las personas con dignidad y respeto; buscamos perspectivas diversas; hacemos de la inclusión la forma de hacer negocios.

Este compromiso se refleja en resultados concretos y medidos: a nivel global, las mujeres representan el 56 % de nuestra fuerza laboral, ocupan el 54 % de los cargos

de gerencia y el 51 % de las posiciones directivas. Además, participan en el 57 % de los roles vinculados a STEM3.

En AbbVie creemos en la ciencia y una tecnología sin techos invisibles, reflejado en programas como Women Leaders in Action que impulsa el liderazgo, el patrocinio y el desarrollo de habilidades para nosotras, ofreciendo espacios abiertos a toda la organización para aprender, conectar y proyectar nuestro crecimiento4 Este compromiso se evidencia en cada una de las áreas de la organización porque la innovación sólo importa si llega a quienes la necesitan. En Colombia, nuestro trabajo colaborativo a lo largo de los años con más de 300 centros de investigación e investigadores y más de 5000 pacientes en estudios clínicos y observacionales no solo impulsan la salud, sino que generan más oportunidades con altos estándares en innovación, con el conocimiento para el abordaje de condiciones de salud con medicina personalizada y de alto impacto en la calidad de vida, para un mayor número de personas, facilitando el acceso a nuevas tecnologías para el mejoramiento de las mismas.

Sumado a estos espacios y actividades, contar con políticas que no se queden en papel hace que las empresas sean equitativas: un enfoque explícito en pay equity, beneficios integrales de bienestar, desarrollo de liderazgo y una cultura como “The Ways We Work”, que alínea comportamientos, valores y expectativas para generar impacto colectivo, y trabajar con responsabilidad compartida, apertura y resiliencia, entendiendo que el éxito no se logra en soledad, sino cuando cada persona se siente parte de un propósito común.

El contexto nacional reta y, a la vez, ofrece muchas oportunidades, para desplegar todo el potencial de investigación y, con él, la generación de empleo de calidad, que, si se mira con lente de género, es palanca de movilidad social para mujeres, que en el sector pharma, se traduce en abrir rutas de entrada a nuevos roles que exigen competencias nuevas, y diversas.

En España, un país que debe ser referente para el sector, el empleo femenino ya supera el 56% y sigue creciendo, aunque aún persisten retos en los niveles de alta dirección. Esa realidad debe ser un espejo valioso para América Latina porque demuestra que es posible avanzar, pero también que no hay espacio para la complacencia. En AbbVie sabemos que las cifras globales nos impulsan a redoblar los esfuerzos locales para que más mujeres encuentren en esta industria, una que las acoge, las forma y las impulsa hacia su máximo potencial.

Cerraré con una convicción que guía nuestro trabajo: abrir puertas no es un gesto de benevolencia, sino una estrategia de negocio inteligente. La innovación florece cuando confluyen perspectivas diversas; la confianza del sistema se fortalece con equipos que lo representan; y los pacientes, nuestra razón de ser, se benefician cuando las mejores ideas no quedan fuera por un código postal, un acento o un apellido. Si, como sector farmacéutico latinoamericano queremos cumplir nuestra promesa, debemos contratar, desarrollar y promover a más mujeres en todas las áreas, especialmente en STEM y en los roles que conectan la ciencia con el acceso.

Otras publicaciones

Los que nos apoyan

Scroll al inicio