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3 claves para mejorar la calidad del sueño de los bebés

3 claves para mejorar la calidad del sueño de los bebés

 

Uno de los principales interrogantes que tienen las mamás primerizas es el tiempo adecuado que debe dormir el bebé y cómo crearle buenos hábitos de sueño en sus primeros meses.

 

Es importante tener en cuenta que el bebé no tiene un ritmo circadiano (ciclo de 24 horas que responde a los cambios de luz y oscuridad) establecido al momento de su nacimiento, este se va creando a partir de las nueve semanas de vida y se espera que a los 5 o 6 meses el bebé ya haya establecido su ritmo circadiano.

 

Sin embargo, algunos comportamientos del bebé durante el sueño están preestablecidos prenatalmente e influyen en su desarrollo social y emocional a futuro. A su vez, la calidad del sueño del bebé en sus primeros meses va desarrollando cambios en su actividad neuronal y estimula diferentes regiones del cerebro.

 

¿Cómo crear correctamente hábitos de sueño desde el primer mes?

 

Durante el primer mes de vida el período más largo de sueño que puede alcanzar el bebé es de aproximadamente 4 horas, dividido en tres etapas: la primera es el sueño más profundo, la segunda, una vigilia tranquila en la cual el lactante está despierto, pero permanece tranquilo en su cuna o su lugar de descanso y, por último, el retorno espontáneo del sueño.

 

  1. La primera recomendación es habituar al niño a la cuna desde el primer momento, que él asocie el espacio con la actividad que debe realizar, en este caso, la siesta. No es aconsejable dormir al bebé en los brazos ni en balanceo.

 

  1. Durante el sueño y los momentos previos a este, no tener estímulos luminosos u objetos llamativos que puedan distraer al bebé.

 

  1. Es normal que en las noches el bebé se despierte llorando, pero puede que se vuelva a dormir él solo, si esto no sucede se debe acompañar al niño en silencio y sin encender la luz hasta que vuelva a retornar el sueño.

 

Relación entre la lactancia y el sueño

 

Según el Instituto del Sueño “la leche materna contiene un aminoácido denominado L-triptófano, que favorece el sueño”, también la succión del pecho bajo la técnica correcta relaja tanto al niño como a la madre y les ayuda a dormir mejor y a alcanzar períodos de sueño ininterrumpido más largos.

 

Cuando la lactancia materna es el único alimento del bebé durante sus primeros meses de vida, la madre puede crear horarios de lactancia justo antes del período de sueño del bebé, de esta manera el niño se adapta a esta rutina. Este tipo de hábitos conlleva a mejorar la calidad del sueño.