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En el mes de la lactancia materna, Fundación Juanfe hace un llamado para promover entre las mamás los beneficios de la leche materna para los bebés en etapa de lactancia.

Por: Tatiana Piñeres, gerente del Centro Integral de Desarrollo Infantil (CIDI) de la Fundación Juanfe.

Desde la línea de rol materno que dictamos en la Fundación Juanfe nos enfocamos en temáticas tan importantes como lo es la lactancia materna. Cada semestre hacemos énfasis en lo que una mamá debe saber sobre lactancia: la composición de la leche materna, la importancia de lactar, las posiciones correctas, los métodos y las realidades.

Todos estos aspectos son muy importantes porque, aunque algunas de nuestras jóvenes ya han iniciado su práctica de lactancia materna, es clave el aprendizaje de la forma correcta de hacerlo. Así, desaprender antiguos hábitos resulta igual de importante puesto que les da paso a nuevos conocimientos y prácticas.

Entre las temáticas que abordamos hay un aspecto fundamental que es el “destete respetuoso”. Lo que buscamos con ello, es enseñarles a las madres que el cese de la lactancia no puede ser repentino y que, por el contrario, debe hacerse de una manera progresiva, centrada en acuerdos con el bebé, en el respeto y en el amor.

Durante estos años, el verdadero reto ha sido romper los estereotipos de las crianzas heredadas con el destete, porque ellas hacen lo que ven en sus entornos, en sus casas. Son prácticas que pasan de abuela a madre y de madre a hija, la mamá lactante muy posiblemente lo replique con su hijo. A veces dejan de dar leche materna a sus bebés y empiezan a darles alimentos como agua de arroz, granos, verduras, muchas cosas que los bebés pueden comer en esa edad.

De igual manera, no podemos dejar de lado el hecho de que en la lactancia hay un aspecto socioeconómico o sociocultural que influye. Las mamás de estratos 4, 5 y 6 tienen los recursos y pueden comprar leches de fórmulas y alimentar a sus bebés, pero en el caso de las mamás de estratos 1 y 2, algunas no hacen su proceso de lactancia porque quieran alimentar a sus bebés sino por necesidad, porque si no lactan el bebé no come.

Otro aspecto a considerar es que la pandemia ha puesto desafíos que no teníamos antes. Esto nos llevó a pensar en nuevos métodos para la educación de las madres porque no podemos llegar a ellas como cuando se hacía la práctica. La distancia es desafiante porque no hay contacto físico para poder explicar cómo deben sentarse, la posición que deben tener, entre otras recomendaciones que les damos.

Tenemos el objetivo de empoderarlas y educarlas a través de nuestro modelo de crianza positiva para que ellas logren una lactancia materna exitosa. Esto es un proceso, no se hace en un semestre, ni en un día, ni en un mes. Es algo que hay que hablarlo, en donde hay que ser constantes y perseverantes para que finalmente la mamá adquiera unos conocimientos y pueda ponerlos en práctica de una forma adecuada.

En la fundación les damos nuevas alternativas de afrontamiento, con el fin de que ellas pueden hacer las cosas de una manera diferente, y en la lactancia no es la excepción. Queremos promover el rol materno y el vínculo entre madre e hijo. Estamos convencidos de la importancia de educar a nuestras jóvenes en este aspecto también.