El poder de transformarse
- Pasión y empatía son las palabras que mejor definen la labor del psicólogo Pedro Natho en SoyMás, donde ha sido una pieza fundamental de la metamorfosis que viven las alumnas.
De todas las problemáticas sociales, el embarazo adolescente es una de las más difíciles de abordar. Invisibilizadas por el sistema, son madres que sufren el estigma de los prejuicios y la violencia del machismo. En este escenario, recuperar la autoestima y crear un nuevo proyecto de vida puede parecer casi imposible, pero en la Fundación SoyMás es una realidad que se construye, día a día, gracias al trabajo de un equipo multidisciplinario de excelencia, en el que Pedro Natho es clave.
Historias de adversidad, cargadas de miedos y ganas de salir adelante, marcan la mayoría de las historias que este psicólogo ha escuchado en los últimos años. “Desde el inicio, nuestro foco está puesto en el bienestar psicosocial de las adolescentes. Luego, trabajamos la autonomía económica para lograr un proyecto de vida que les entregue equilibrio mental y emocional. Pero, inicialmente, lo que hacemos es abrirles un espacio donde trabajan con sus emociones. Ese es el punto de partida de su transformación”, revela.
REESCRIBIR EL DESTINO
A su juicio, lo más complejo del proceso es recuperar la auto confianza, ya que algunas alumnas carecen de contención familiar, otras son hijas de madres adolescentes y también hay quienes se sienten traicionadas por su entorno. “A eso hay que sumarle la deserción escolar porque los colegios no están preparados para recibirlas. Más encima, después, cuando quieren trabajar, nadie les abre las puertas. Además, hay una concepción machista del mundo, que las obliga a quedarse en la casa “criando”, lo que provoca baja autoestima y una interrupción del desarrollo integral. Contra todo eso luchamos nosotros”, cuenta.
Ante esto, afirma Natho, la tarea es derribar el pensamiento lógico de las jóvenes que les hace creer que están condenadas a repetir la misma historia de sus progenitoras. “Continuamente, les estamos diciendo que son valiosas, que pueden salir adelante y cumplir sus sueños sin necesidad de tener a un hombre al lado”, dice. Usualmente, hay que llamar a los padres para pedirles que apoyen el trabajo de la fundación con el discurso de empoderamiento desde el conocimiento. “Esa parte de la tarea es lenta, en ocasiones compleja, pero con paciencia y perseverancia, termina dando muy buenos resultados”, acota.
¿A qué atribuyes el que una adolescente tenga éxito en el sistema de la Fundación SoyMás?
Es multifactorial, aunque la chica que entra con ganas e ímpetu va a sacar la carrera adelante y va a lograr la inserción laboral. Pero esos casos hablan de que detrás de ellas hay una familia que los apoya. El problema está al otro lado de la moneda, donde existen núcleos que no les facilitan la tarea.
INSPIRACIÓN Y AUTOCONFIANZA
¿Cómo motivar a esas jóvenes que se sienten atrapadas por su entorno y la inercia?
La mejor manera es mostrar ejemplos de chicas que lo han logrado y hoy se sienten plenas y felices con todos los obstáculos que consiguieron derribar. Los ejemplos son muy importantes e inspiradores. También, es relevante que se sientan escuchadas porque eso las valida y esa es la clave para fortalecer la autoconfianza y las ganas de tener un futuro mejor. De esa manera, les vamos mostrando que el pasado no las define porque tienen el enorme poder de transformarse.
Hasta ahora, la pandemia ha sido un desafío de proporciones que SoyMás sortea con éxito. “El 2020 fue un tremendo logro, muchas de las alumnas aprendieron a manejar la tecnología, desde usar un computador hasta comunicarse a través de plataformas que jamás habían visto, como Zoom”, cuenta. Es un convencido de que la mística de SoyMás radica en su enfoque humanista. ”Somos tremendamente comprensivos, tenemos un vínculo uno a uno, lo que nos diferencia de otras fundaciones”, enfatiza.
¿Cuáles son los desafíos que se vienen para este año 2021?
Hay varios, nosotros nos acabamos de cambiar a un edificio nuevo, donde recibimos a más de 150 mamás para formarlas. Este número es más que el doble del que tuvimos el año pasado, entonces cambian ciertas dinámicas. Además, estamos fortaleciendo las alianzas que tenemos con entidades y empresas, para que se hagan cargo de la empleabilidad. Sabemos la incertidumbre que vivimos como país y por eso establecimos que en la medida que se pueda las clases de oficios serán presencial y las clases otras on line
Desde la institucionalidad, ¿qué podría contribuir a mejorar el trato a las adolescentes embarazadas chilenas?
“Esta es una opinión personal, pero creo que faltan más mujeres en la política, porque ellas pueden entender mejor la problemática y saben lo que implica tener un hijo y desarrollarse integralmente como persona. Además, comprenden muy bien la discriminación de género, por lo que su participación es vital. Hoy quienes redactan las políticas públicas son en su mayoría hombres que no sé hasta que grado logran entender todo el contexto que involucra el embarazo adolescente”.
Desde esa perspectiva, asegura que “desde la fundación lo que buscamos es crear conciencia y ser líderes en temáticas de embarazo adolescente en Chile y Sudamérica. Por eso, asumimos el desafío de levantar la voz para que las políticas públicas sean eficaces en pro del desarrollo de las chicas para que no continúen dándose vueltas en el círculo de la pobreza. Ese es el camino en que queremos avanzar”.