Que se abran los colegios
Que nuestros temores no mitiguen los sueños de nuestros hijos ni el futuro de nuestro país.
Por: Women in Connection | Publicado el 10 de febrero de 2021 en El Tiempo
Women in Connection es un grupo de mujeres líderes que trabajan por la equidad de género, el empoderamiento de la mujer y el bienestar económico y social del país.
El Ministerio de Educación Nacional abrió la posibilidad de que los niños y niñas retomen clases en sus colegios en el marco de amplias posibilidades y condicionamientos que buscan reducir los riesgos de contagios.
Esta, que resultaría a mi manera de ver una excelente noticia, ha generado una gran controversia y voces de rechazo en una gran parte de los sectores involucrados. Quienes se oponen, aducen estar protegiendo la salud de los niños cuando en realidad, como pareciera mostrar la evidencia, están actuando bajo un temor infundado, o quizás protegiendo intereses de otro tipo. Es una negativa que tranquiliza a los adultos en menoscabo del bienestar de los estudiantes.
Paradójicamente, la población de niños y jóvenes, que debería estar en la cúspide de nuestras prioridades como sociedad, termina siendo la más afectada (sacrificada) por ignorar hallazgos científicos, estadísticas nacionales e internacionales y realidades sociales de nuestro país (ver #LaEducaciónPresencialEsVital). Pasado ya un año del cierre de los colegios que, en un principio pudo haber tenido fundamento por la incertidumbre vivida en 2020, hay evidencias que muestran que no solo los niños no son transmisores relevantes del virus, sino que son más susceptibles de adquirirlo en sus casas que en el colegio (los adultos traen el virus de fuera de casa). Y más allá del contagio del covid, lo más relevante, y lo que nos debería movilizar en pro de la apertura de las instituciones educativas y culturales para nuestros hijos es que se ha demostrado que el mantener a los niños encerrados en sus casas trae consecuencias dramáticas dentro de las que se puede contar:
1. Daño sicológico (muchas veces irreparable) al verse privados, entre otros, del juego, del afecto de sus amigos y maestros, del ejercicio al aire libre, de la posibilidad de denunciar abuso intrafamiliar.
2. Daño físico al estar más expuestos al abuso intrafamiliar y al quedar marginados de la posibilidad del complemento alimenticio que se ofrece en las instituciones educativas a niños de escasos recursos.
3. Incremento de la brecha de desigualdad en salud y en educación entre aquellos que cuentan con buenos sistemas de conectividad (equipos de cómputo e internet) y aquellos que no.
4. Reducción de niveles de aprendizaje al no estar los profesores suficientemente capacitados para dictar sus clases en línea lo que hace que solo reproduzcan sus antiguos modelos a través de una cámara lo que hace difícil la concentración y motivación de los estudiantes con las consecuencias sobre su educación.
5. Ampliación de las brechas de género al ser las mujeres, mayoritariamente, quienes acompañan a sus hijos, no permitiéndoles regresar al mundo laboral, equitativamente.
El resultado del cierre de los colegios para nuestros hijos, según Isabel Segovia, equivale a un retroceso de cerca de 20 años en los logros de educación en nuestro país. Esto, por supuesto, no solo afecta indicadores del sector educativo sino que afectará el futuro de nuestro país en lo económico y en lo social de forma que debería preocuparnos a todos. Los niños y las niñas de hoy, aunque suene a cliché, son el futuro de Colombia y lo que hagamos hoy en torno a su desarrollo cognitivo y emocional será fundamental para cualquier pilar de desarrollo de nuestra sociedad.
Hemos podido encontrar herramientas para abrir parcial o totalmente varias actividades económicas y tenemos la obligación ética de hacerlo con aquella que debería ser la prioridad de todos en nuestro país, la educación. Invito a que defendamos el derecho constitucional de nuestros hijos a una educación de calidad, en la que no solo se valore el conocimiento académico sino la integralidad que significa la interacción de los niños y niñas en las instituciones educativas de forma presencial.
No olvidemos que la pandemia pasará y serán las consecuencias de nuestras decisiones las que prevalezcan. Que nuestros temores no mitiguen los sueños de nuestros hijos ni el futuro de nuestro país.
Sylvia Escovar
Miembro de Junta de organizaciones y fundaciones multirregionales, ejecutiva líder por varios años en los sectores público y privado, única mujer reconocida repetidamente en los últimos años dentro de los ejecutivos de mejor reputación en Colombia, reconocida nacional e internacionalmente por sus resultados destacados en crecimiento empresarial, gestión del recurso humano y liderazgo femenino, entre otros. Miembro de la Junta Directiva de Women In Connection.