Blog NG&SG – Yayoi Kusama: la calabaza por siempre
Por:
Nadia García – Publicista
Sandra Gómez – Arquitecta
Nos gustaría empezar a hablaros sobre lo que para nosotros significa el arte, esa palabra que escribimos en minúsculas pero que se merece unas letras mayúsculas llenas de ingenio, casi mágicas.
Es en este mundo del ARTE donde nos hemos encontrado con mujeres admirables y sorprendentes.
Una poética calabaza ubicada en el extremo de un muelle en la isla Naoshima (Mar interior de Seto, Japón).
A pesar de su enigmática belleza, esta escultura de Yayoi Kusama no fue incluida en la retrospectiva que, sobre la artista, celebró el museo Tate Modern de Londres en 2012.
La curadora de la exposición fue Francis Morris, una historiadora de arte, que ha trabajado incansablemente para llevar a la visibilidad a un gran número de artistas mujeres.
Para Morris, la épica calabaza del muelle no permitía que se le privara de su mágico entorno y exponerla en un museo hubiera sido un desacierto.
Yayoi Kusama es escultora, pintora, dibujante, fotógrafa, poeta, ha incursionado en el arte del performance y de las instalaciones y también ha trabajado en el mundo de la moda. Para ella no hay límites ni diferencias en el contexto de la creatividad.
Nació y se formó en el tradicional Japón, vivió y trabajó en Nueva York durante los legendarios 60’s del Pop Art, influenció a Andy Warhol y a otros artistas que no fueron indiferentes a sus transgresoras ideas y supieron apropiarse de ellas. En los 60’s el mundo del arte era netamente masculino y una mujer que además era japonesa, no tenía cabida en él. La acumulación y la repetición, los papeles colgadura y otras innovaciones de Kusama encontraron la fama y el dinero en manos de Warhol.
La artista, cansada de sobrevivir al machismo neoyorkino, deprimida, decide regresar a Tokio en los 70’s para encontrar su hogar en una clínica psiquiátrica. Allí se sintió segura y siguió produciendo obras en silencio. Tuvieron que pasar casi 15 años para que fuera redescubierta y que el mundo pudiera disfrutar de su arte. Curiosamente fue otra mujer, la curadora experta en arte asiático, Alexandra Monroe quien organizó una gran retrospectiva de Kusama en el MoMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York) en 1989, le han seguido muchas otras exposiciones en el mundo entero.
En 2018 se estrenó un documental “Infinity”, sobre la vida de la japonesa, dirigido nuevamente por una mujer, Heather Lenz.
Yayoi Kusama es obsesiva y reconoce sus problemas mentales. Lo importante no es su locura sino la forma que ella ha encontrado para manejarla, rechazando el mundo convencional de las mujeres y de los artistas, para crear una obra monumental en diferentes escalas, desde lo íntimo y pequeño, a lo inmenso e infinito. La reconoceremos por sus «polka dots», lunares de colores repetidos incansablemente con una paciencia llevada al extremo, creando un impacto visual sobre sus flores, calabazas y pinturas, en las que el espectador queda hipnotizado y abrumado por ese sin fin. Porque al entrar en sus habitaciones uno queda atrapado, flotando sobre el espacio infinito…
En 2021 ha cumplido 92 años, sigue trabajando intensamente y es la artista viva más famosa y cotizada. Sin duda el arte le alargó la vida y le alejó del suicidio.