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Escritor por: Laura Cristancho, periodista colombiana. 

Históricamente, el 08 de marzo (8M) ha sido símbolo de las reivindicaciones por los derechos y libertades de las mujeres. Sin embargo, lejos de ser una celebración de la feminidad, es también la fecha para identificar los retos y avances en términos de los derechos que tienen las mujeres. Por eso, en el marco del Día Internacional de la Mujer analizamos dos de las problemáticas a las que se enfrentan actualmente las mujeres en Colombia: su participación en la política y en el campo laboral.

Mujeres en la política

El 8M del 2022 transcurre en Colombia en un contexto electoral. En la recta final de la campaña por las elecciones legislativas, esta contienda puede ser una gran oportunidad para promover la participación política y asegurar el acceso efectivo de las mujeres a puestos de toma de decisión para garantizar un sistema político en condiciones paritarias.

Según cifras de la Registraduría, del total de electores potenciales en Colombia, equivalente a 38.819.901 personas, las mujeres se consolidan como la fuerza de voto más importante, con 20.031.855 mujeres habilitadas para votar. No obstante, esa mayoría no se traduce necesariamente en representación política. Según datos de ONU Mujeres correspondientes al año 2021, en la conformación actual del Congreso colombiano, solamente el 19,7% está integrado por mujeres. Diez puntos porcentuales por debajo del promedio en Latinoamérica, que es del 29,7%.

Si bien es cierto que medidas como, por ejemplo, las cuotas de género electorales han mejorado las condiciones para que las mujeres sean incluidas en la arena política, el reto para superar la brecha en materia de participación sigue siendo que efectivamente resulten electas.

Y es precisamente ese reto el que se espera convoque a las mujeres a las urnas este 13 de marzo.  De acuerdo con el informe “Participación Política de las Mujeres: congreso y consultas a presidencia” de la Misión de Observación Electoral (MOE), en comparación con los comicios del 2018, para las elecciones del 2022 de forma positiva se registró un aumento en las candidaturas femeninas. De 2.804 candidaturas al Congreso, 1.116 son mujeres, lo que representa al 39,9 %. Además, de las 16 listas que hay para el Senado, cinco están encabezadas por mujeres.

Ante este panorama positivo, preliminarmente, podrían esperarse algunos avances en cuanto a la participación de las mujeres en este tipo de escenarios de poder.  Sin embargo, es clave considerar que un eventual aumento en el número de mujeres en el Congreso no es garantía alguna de más y mejor representatividad para la agenda de las mujeres frente a temas como, por ejemplo, los derechos sexuales y reproductivos.

Mujeres en las empresas

Según la más reciente versión del Ranking PAR, que mide los avances en equidad de género de 356 organizaciones en Colombia, Perú y México, la rentabilidad de las empresas incrementa cuando hay más mujeres ocupando puestos directivos. Pese a esto, en nuestro país las mujeres se enfrentan a mayores limitaciones para acceder a posiciones de liderazgo y, además, son más golpeadas por el desempleo. De hecho, de acuerdo con las cifras más recientes del Dane, pese a que en enero de 2022 la tasa de desocupación femenina disminuyó, la brecha de desempleo entre hombres y mujeres aumentó: por cada 10 hombres que salieron del desempleo solo una mujer lo hizo. Así, mientras el desempleo masculino fue del 11.2%, el femenino estuvo en el 19.4%.

No obstante, en cuanto al acceso a puestos directivos, la situación es un poco más esperanzadora, pero aún falta mucho para alcanzar mayor igualdad. Según las cifras presentadas en el ranking realizado por Aequales -empresa dedicada a trabajar para el cierre de brechas de género en el ámbito laboral en Latinoamérica-  en Colombia, desde el 2018, la equidad de género en las empresas ha tenido un crecimiento de 1.2 puntos porcentuales, llegando hoy al 16,9% de participación de mujeres en cargos directivos. El porcentaje sigue siendo reducido y su avance lento, pero estos datos se consolidan como un insumo valioso para seguir incentivando a las organizaciones a implementar acciones para la inclusión de las mujeres en cargos de liderazgo.

Asimismo, dentro de los datos revelados por el informe se encontró que de las empresas colombianas, el 28% cuenta con metas de género, mientras que el 46% tiene una política de igualdad salarial. Esta información demuestra que, pese a que hay avances en materia de equidad de género en el entorno laboral, es prioritario que más empresas implementen políticas que apunten a la paridad de género para eliminar las barreras y estereotipos que impiden a las mujeres acceder a un trabajo, tener una remuneración justa y asumir responsabilidades de tipo directivo.