¿Cómo se relaciona la equidad de género y el cambio climático?
Escrito por Renata Koch Alvarenga, directora de EmpoderaClima. Renata será conferencista en el Foro Women Working for the World 2022, conoce más del evento haciendo clic aquí.
La igualdad de género es el Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. La acción contra el cambio global del clima es el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 de la ONU. Dos objetivos diferentes de la agenda global, pero juntos, representan la justicia climática.
La Mary Robinson Foundation – Climate Justice definió los principios de justicia climática, basados en el derecho internacional de los derechos humanos, que incluyen: respetar y proteger los derechos humanos; apoyar el derecho al desarrollo; compartir beneficios y cargas equitativamente; asegurar que las decisiones sobre cambio climático sean participativas, transparentes y responsables; enfatizar la igualdad y la equidad de género; utilizar el poder transformador de la educación para la gestión del clima; y utilizar alianzas efectivas para asegurar la justicia climática.
Desde la perspectiva de la justicia climática, los grupos más vulnerables a los impactos de desastres ambientales son al mismo tiempo los menos responsables de sus causas. ¿Pero qué tienen las mujeres que ver con el cambio climático? Las mujeres tienen una vulnerabilidad especial al cambio climático, que va más allá de las vulnerabilidades biológicas, incluyendo también vulnerabilidades culturales y sociales. Por ejemplo, en situaciones de desastres ambientales, principalmente en países en desarrollo, las mujeres sufren más con la inseguridad alimentaria, pues tienen bajo su responsabilidad el cuidado de sus hijos y esto las las restringe a la hora de buscar alimentos en medio de un desastre causado por el cambio climático.
Por el contexto patriarcal en que las sociedades han sido moldeadas, hasta hoy, las mujeres están en desventaja en lo que se refiere a recursos financieros y a la educación de calidad, en relación a los hombres. La pobreza aumenta la vulnerabilidad de los pueblos a los desastres medioambientales, y por eso, al mejorar las oportunidades de movilidad social de las mujeres, aún más en el hemisferio sur, la resiliencia femenina a los impactos del cambio climático también mejora.
Es importante recordar que las mujeres no sólo son víctimas del cambio climático, sino también una fuerza esencial para la solución de este problema global. Las mujeres, principalmente mujeres de pueblos originarios y afrodescendientes, deben estar presentes en los espacios de decisión, tanto a nivel local y regional, a nivel nacional y global. Esto significa movilizar a grupos feministas para que más delegaciones de las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, las COPs, tengan mujeres en sus equipos.
La diversidad, no sólo de mujeres en general, sino de las personas y grupos que son extremadamente afectados por el cambio climático (como los países-isla y las comunidades indígenas), es fundamental para desarrollar políticas de mitigación y adaptación al cambio climático justas e inclusivas. Para ello, los negociadores de la UNFCCC (sigla para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático) deben mantener los derechos humanos como prioridad al formular políticas globales sobre el clima; lo que ya se está haciendo, con la inclusión del término «justicia climática» en el Acuerdo de París, adoptado en la COP21, y con la implementación del Plan de Acción sobre el Género (GAP, por su sigla en inglés), adoptado en la COP23.
Además, acciones locales en las comunidades que busquen concientizar a las personas sobre el papel femenino de la acción contra los efectos del cambio climático son en la actualidad tan importantes como las políticas globales de la ONU. EmpoderaClima te ayudará a aprender más sobre esta temática en los próximos meses, así que no dejes de acompañarnos en este camino desafiante, pero esencial, para el desarrollo sostenible.